Ubicado en el pintoresco Xalet del Nin en Vilanova i la Geltrú, Barcelona, este lugar es el escenario perfecto para una boda frente al mar, con vistas espectaculares que hacen de cada rincón un lugar mágico. El Xalet del Nin, con su encanto rústico y su proximidad al mar, ofrece un ambiente inigualable para parejas que buscan un toque especial en su boda de destino.
Carles y Cristina, una pareja profundamente enamorada, eligieron este encantador espacio para celebrar su unión. La ceremonia tuvo lugar al aire libre, con los invitados rodeados por la suave brisa marina y el relajante sonido de las olas. La decoración de la boda giró en torno a rosas blancas, un símbolo de pureza y amor eterno. Estas flores, dispuestas con elegancia, adornaron el altar, creando una atmósfera sofisticada y romántica.
Cristina, radiante con un precioso vestido de Pronovias, caminó hacia el altar junto a Carles, en un momento lleno de emoción. Su vestido, de líneas elegantes y sofisticadas, complementaba perfectamente el ambiente de la celebración, reflejando su belleza y estilo único. Los novios fueron rodeados de familiares y amigos, mientras el mar Mediterráneo servía de fondo a este momento tan especial.
La boda de Carles y Cristina fue organizada a la perfección por las expertas wedding planners de Barcelona, Bodas de Cuento, quienes se encargaron de cada detalle para que el día fuera exactamente como lo habían soñado. Desde la decoración hasta la coordinación de cada momento, su profesionalismo permitió a los novios disfrutar de la jornada sin preocupaciones, asegurando que todo transcurriera con fluidez y elegancia.
Durante el aperitivo, los invitados disfrutaron no solo de la increíble gastronomía de Sensacions Barcelona, conocida por su cocina mediterránea de alta calidad, sino también de la música en vivo del talentoso cantante Mel Semé. Su voz, acompañada por su guitarra, llenó el ambiente con una selección de canciones que añadieron un toque emocional y acogedor al inicio de la celebración.
La fiesta de Carles y Cristina fue un auténtico fiestón que convirtió la noche en un festival de emociones y diversión. La hora loca, con su energía desbordante y la animación que la acompañó, dio el pistoletazo de salida a una celebración épica. La pista de baile se llenó de risas, música y alegría, y los invitados no pararon de bailar hasta altas horas de la madrugada. Además, para añadir un toque exótico y único, los novios sorprendieron a los asistentes con shishas que crearon un ambiente aún más relajado y sofisticado para disfrutar entre amigos.
Los preciosos momentos de la boda fueron capturados a la perfección por el talentoso fotógrafo David Griso, quien inmortalizó cada detalle y cada sonrisa, creando un recuerdo visual que los novios atesorarán para siempre.
Además, como videógrafos de boda, en Crispetes Films, nos encargamos de inmortalizar el día en vídeo, capturando cada emoción, cada gesto y cada momento único que hizo de esta boda algo verdaderamente especial.
LOCALIZACIÓN: Casa del Mar
CATERING: 21DEMARZO
MOBILIARIO: AH RENTAL
DJ: SOUNDSWORKS PRO
FLORES: TALLER FLORAL DE SUSAGNA GUIMERÀ
¿Qué tal? Me llamo Marçal Mora, soy una de las piezas de Crispetes, el “hombre invisible”: discreto pero siempre captando los mejores momentos.
Mi pasión por el audiovisual nace en mi adolescencia donde mi afición al deporte me llevó a empezar a filmar los trucos de mis colegas con BMX.
Estudié Realización Audiovisual en 2014 y desde ese día emprendí una aventura profesional por el mundo audiovisual. Este recorrido me ha llevado a aprender y nutrirme de las diferentes técnicas fílmicas y narrativas del cine además de la publicidad, para conseguir crear un trabajo único en el campo de los vídeos de boda.
Un mundo con emociones e historias reales dónde podía crear un vídeo completo en el que lanzar un mensaje positivo. Entonces sentí que quería dedicar mi vida a esto. Y aquí me encuentro apasionado con mi trabajo. Cuando no estoy detrás de la cámara ni en la sala de edición paso el tiempo con la gente que más quiero: mi familia, mi pareja y nuestro hijo perruno “Yoyo”, un bulldog francés que dice “I love you”. Mi vida sigue girando alrededor del deporte: practico calistenia, mountainbike y rutas de treking.
Amo la naturaleza y los animales. Creo que la belleza que se encuentra en los paisajes aportan una paz y bienestar parecido al amor y es por eso que me entusiasma filmar las post bodas en parajes silvestres.