Cristina & David

Boda en el Castell de Caramany

El día en que Cristina y David se unieron en matrimonio fue, sin duda, uno de esos momentos que solo se viven una vez. Una boda llena de magia, elegancia y momentos que hicieron de cada instante una auténtica celebración del amor. Desde la ceremonia hasta el último baile, cada momento fue pensado para reflejar su estilo único y su profunda conexión. Y, por supuesto, todo quedó inmortalizado en un video de boda que captura la esencia de un día tan especial.

La Iglesia de Sant Esteve de Peratallada, con sus más de 800 años de historia, fue el escenario elegido para dar comienzo a esta historia de amor. Este templo medieval, que data de los siglos XII y XIII, se alza como un símbolo de tradición y solemnidad, ofreciendo el marco perfecto para un sí, quiero lleno de emociones. Un lugar cargado de historia, que se convirtió en testigo de un amor eterno, rodeado de familiares y amigos cercanos.

Cristina, con su espectacular vestido y delicados brillantes que adornaban su figura, deslumbró con una elegancia que dejaba sin aliento. Su look, complementado con unos tacones Jimmy Choo, reflejaba su personalidad sofisticada y su estilo impecable. A su lado, David, impecable en un traje negro de corte clásico, se veía tan elegante como su novia.
Juntos, parecían sacados de un cuento de hadas moderno, donde cada gesto, cada mirada, era un reflejo de su profunda conexión.

La boda no solo fue un despliegue de belleza y glamour, sino también de perfección en los detalles. La Clau Events, la wedding planner encargada de organizar este día tan especial, orquestó cada momento con una maestría admirable. Desde la planificación de la ceremonia hasta la organización del banquete de bodas, cada detalle fue cuidadosamente diseñado para ofrecer una experiencia única a los novios y sus invitados.

Tras el “sí, quiero”, todos se dirigieron al Castell de Caramany, un imponente castillo medieval que se convirtió en el lugar perfecto para la celebración. La decoración floral del banquete de boda fue, sin lugar a dudas, una de las grandes protagonistas de la noche. Una explosión de colores, texturas y fragancias que transformaron el espacio en un verdadero paraíso. Cada flor, cada detalle, se cuidó al máximo, creando un ambiente único que invitaba a la magia y la celebración.

Para el cocktail, la música en directo llenó el aire de elegancia, creando una atmósfera sofisticada que acompañó a los invitados mientras disfrutaban de aperitivos y brindis. La magia de la música en vivo continuó durante la primera parte de la fiesta, con una actuación que mantuvo a todos cautivados. Fue el preludio perfecto para la segunda mitad de la noche, cuando el DJ tomó el control, llevando la fiesta a otro nivel y asegurando que la pista de baile no se vaciara hasta bien entrada la madrugada.

El trabajo de los fotógrafos de bodas de Dos más en la mesa complementó perfectamente la labor de los videógrafos, capturando momentos espontáneos y llenos de emoción. Cada sonrisa, cada abrazo, quedó inmortalizado en fotos que, al igual que el video de boda, narran la historia de esta boda de una manera tan vívida que permite revivirla en cualquier momento.

No hubo un solo instante en que la alegría dejara de fluir. Desde la ceremonia, donde los novios compartieron risas y abrazos con sus seres queridos, hasta la fiesta, que continuó hasta bien entrada la noche, cada detalle se convirtió en un recuerdo eterno. Y es que, como bien saben Cristina y David, el verdadero valor de un video de boda no está solo en las imágenes, sino en los recuerdos que, año tras año, siguen evocando las emociones de ese día.

Si sueñas con un video de  bodas que capture la esencia de tu historia de amor, que no deje escapar ningún momento y que te permita revivir la magia de tu día, no dudes en confiar en los profesionales que harán de tu boda una experiencia única y memorable.

Equipo

LOCALIZACIÓN: Casa del Mar 
CATERING: 21DEMARZO 
MOBILIARIO: AH RENTAL
DJ: SOUNDSWORKS PRO
FLORES: TALLER FLORAL DE SUSAGNA GUIMERÀ

Un poco más de BIO...

Cineasta y Editor

¿Qué tal? Me llamo Marçal Mora, soy una de las piezas de Crispetes, el “hombre invisible”: discreto pero siempre captando los mejores momentos.

Mi pasión por el audiovisual nace en mi adolescencia donde mi afición al deporte me llevó a empezar a filmar los trucos de mis colegas con BMX.

Estudié Realización Audiovisual en 2014 y desde ese día emprendí una aventura profesional por el mundo audiovisual. Este recorrido me ha llevado a aprender y nutrirme de las diferentes técnicas fílmicas y narrativas del cine además de la publicidad, para conseguir crear un trabajo único en el campo de los vídeos de boda.

Un mundo con emociones e historias reales dónde podía crear un vídeo completo en el que lanzar un mensaje positivo. Entonces sentí que quería dedicar mi vida a esto. Y aquí me encuentro apasionado con mi trabajo. Cuando no estoy detrás de la cámara ni en la sala de edición paso el tiempo con la gente que más quiero: mi familia, mi pareja y nuestro hijo perruno “Yoyo”, un bulldog francés que dice “I love you”. Mi vida sigue girando alrededor del deporte: practico calistenia, mountainbike y rutas de treking.

Amo la naturaleza y los animales. Creo que la belleza que se encuentra en los paisajes aportan una paz y bienestar parecido al amor y es por eso que me entusiasma filmar las post bodas en parajes silvestres.